Cuando pensamos en libros relacionados con el deporte, nuestra mente rápidamente se llena de biografías de atletas famosos, manuales técnicos o relatos inspiradores de hazañas deportivas. Pero, sorprendentemente, si sumamos todos los libros escritos sobre cualquier deporte, nos encontramos con una cifra que palidece en comparación con la inmensa biblioteca que ha sido dedicada al ajedrez.